Esta afirmación no es válida hoy día. Corresponde a los primeros años de vida del torpedo, cuando los submarinos aún no se habían consolidado y, menos aún, transportaban y lanzaban torpedos.
El torpedo nació como un arma diseñada específicamente para ser usada a bordo de barcos.
La evolución del arma y de sus barcos transportadores está detalladamente explicada en nuestro episodio titulado «Torpedeando, que es gerundio». De ella se desprende que, durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, los barcos que lanzaban torpedos fueron catalogados como:
Torpederos: barcos pequeños y rápidos destinados exclusivamente para transportar y lanzar torpedos contra los barcos más grandes del enemigo, en particular los acorazados. En el episodio convinimos llamar a estas naves torpederos-barco, para diferenciarlas de las otras clases, en particular de las lanchas torpederas.
Cazadores de torpederos: naves de vida efímera creadas para, como su nombre lo indica, cazar torpederos. Para cumplir su misión embarcaban más y más grandes cañones junto a un aparato propulsor mayor. Aunque eran más veloces que sus víctimas, la diferencia no era mucha, motivo por el que la Royal Navy desarrolló otra clase, los destructores de torpederos. El primer buque de este tipo fue el Destructor, de la Armada española. Su nombre no debe confundir, al ser el primero perteneció a lo que la Royal Navy terminó definiendo como cazadores de torpederos.
Destructores de torpederos: naves como las anteriores pero con mejor aparato propulsor y cañones más poderosos. Cuando el rol de estos barcos se diversificó (para destruir submarinos y aviones) se convirtieron en los destructores.
Torpederas (lanchas): naves destinadas a lanzar torpedos, mucho más pequeñas que los torpederos originales y que solo vieron la luz cuando aparecieron los motores de combustión interna, propulsores muy pequeños en comparación a la potencia que podían erogar. Operaron a partir de la Primera Guerra Mundial.
A continuación un nutrido carrusel con dibujos y fotografías:
Los herederos de estos barcos son los actuales destructores y las lanchas misilísticas. La doctrina naval que inspiró la creación de estas agresivas naves, su génesis, características técnicas y evolución hasta la actualidad están explicadas en «Torpedeando, que es gerundio», episodio disponible para su escucha y/o descarga gratuita AQUÍ.