Estimados oyentes,
En nuestro programa Nr. 32 reseñamos la Batalla de Tsushima. Y como sin duda recordaréis, al final del programa hablamos con lujo de detalle de dos buques que participaron en esa batalla: el Crucero Aurora y el Acorazado Mikasa.
Hace varias semanas nuestro oyente @Hispax_, que vive en en San Petersburgo, llevó a Zafarranchito a los Astilleros del Almirantazgo. ¿Y por qué lo llevó allí? Porque en esas instalaciones están reformando al Crucero Aurora para reincorporarlo al servicio activo en la marina rusa. La fotografía la publicamos en un post anterior.
Ahora nuestro oyente Francisco nos envía las imágenes de una visita que hizo al Acorazado Mikasa, ahora convertido en museo, en compañía de su hijo Darío y de nuestra mascota, Zafarranchito.
El Mikasa fue la nave insignia de la marina japonesa durante la guerra ruso-japonesa. En lo alto de su mástil ondeó, gallarda y orgullosa, la insignia del almirante Heihachiro Togo. El disciplinado hijo de samurai dirigió, desde cubierta y sin protección, todas y cada una de las operaciones navales que dieron a Japón la victoria sobre la poderosa Rusia zarista.
Como se puede apreciar en las fotografías, el Mikasa está siendo puesto a punto para el centésimo décimo aniversario de la victoria nipona en la guerra ruso-japonesa. Esa es la razón de que sus mástiles estén rodeados de andamios.
En la fotografía de la popa del acorazado, detrás de Darío y Zafarranchito, se puede ver el nombre del buque. Francisco nos hace notar que las tres sílabas del nombre están escritas, a ojos de lector occidental, al revés. Las sílabes dicen SA さ – KA か – MI み si se leen de izquierda a derecha. Pero al leerlas en japonés se obtiene Mi-ka-sa.
En una de las fotografías también podemos ver el timon del Crucero Varyag, protagonista indiscutible de la Batalla de Chemulpo. Ese buque, escoltado por el Cañonero Korietz, se enfrentó a toda una flota de cruceros japoneses en un terrible y desigual enfrentamiento. Haber fotografiado ese detalle en particular fue toda una casualidad ya que lo hizo mientras escribíamos sobre los acontecimientos de Chemulpo.
Podréis escuchar las aventuras y desventuras de los navíos Aurora, Mikasa y Varyag en nuestro décimo primer episodio regular y en nuestro vigésimo primer episodio «Gotas». En el primero de esos dos episodios narramos toda la vida operativa del Mikasa y de cómo se convirtió en el magnífico museo que visitaron Francisco, su hijo Darío y Zafarranchito.
Las fotografías situadas al final de esta entrada también las ha enviado Francisco en otras ocasiones. Aunque no nos ha aclarado exactamente cómo y porqué tiene una visión tan privilegiada de la entrada de la bahía de Tokio (en nuestra mente imaginamos un buen número de emocionantes motivos), sus imágenes muestran algunos de los excelentes navíos que tiene la marina japonesa, algo a lo que no suele darse mucha publicidad. El nombre y tipo de las unidades están en cada fotografía. Francisco también nos hace notar que en una de ellas, mezclada con el fondo urbano, se puede ver la torre del inmenso portaaviones norteamericano USS George Washington (CVN-73) que visita con regularidad la base naval de Yokosuka.
En la sección de actualidad de nuestro décimo primer episodio también comentamos lo candente de la situación en los mares que separan Japón de Asia. Esa zona está en contínua efervescencia militar y nada parece vislumbrar que sus revueltas aguas se calmen. Si queréis saber los orígenes de tanta tensión marítimo-fronteriza, recomendamos escuchar ese episodio.
Queremos agradecer a Francisco que haya sacado a pasear a Zafarranchito. Nuestra mascota regresó muy contenta a casa pero nada más llegar volvió a recoger sus bártulos para zambullirse de nuevo en Internet. Días más tarde recibimos un tuit de @retronauta42 diciéndonos que Zafarranchito estaba con él … ¡En Bolivia! Pronto publicaremos un post de su aventura andina.