Post data: Aprovecho la oportunidad para mostrar una feliz coincidencia: al momento de publicar este aviso recibí una comunicación sobre la inclusión del audiolibro de mi primera novela en la sección de Ficción/Ciencia ficción/Viajes en el tiempo de una librería en.. ¡Long Island!
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ADIÓS MAFIA, HOLA MAFIA
Cerco al mafioso en la Segunda Guerra Mundial
Sicilia, madrugada del 12 de julio de 1943, tercer día de la Operación Husky. Tony Damat, teniente del Trigésimo septuagésimo sexto Batallón de Artillería Paracaidista del US Army, se lanza al vacío decidido a luchar contra todo lo que representan dictadores como Benito Mussolini o Adolf Hitler. Una vez en tierra descubre una maldad distinta, concreta, cotidiana y que lo sumerge en una guerra para la que no se había preparado.
Pérez Bolívar traslada al lector a la Sicilia profunda y lo sumerge en un período de su historia en el que parecía posible erradicar, de una vez por todas, el mayor flagelo de la isla: la Mafia.
* * *
Los conflictos bélicos son una de las actividades humanas que -amén del rosario de muertos y heridos que deja- más mitos genera. Uno de ellos es el consabido «sin la ayuda de la Mafia, la Operación Husky habría fracasado». Esto, traducido, significa que sin la ayuda de la mafia ítalonorteamericana, la invasión aliada de Sicilia habría fracasado.
Esto, además de falso, presupone que los mafiosos locales también habrían colaborado con las tropas anglonorteamericanas.
Nada más alejado de la realidad.
Lo que en efecto sucedió fue…, ¡pues no podemos decirlo! Para saberlo, deberéis leer Adiós Mafia, hola Mafia, una obra que expone las entrañas de la Sicilia más recóndita, en el momento en el que la isla recibía al enésimo invasor de turno, a los anglonorteamericanos, los últimos de esa larga lista conformada por fenicios; cartagineses; griegos; romanos; vándalos; ostrogodos; bizantinos; árabes; normandos; gibelinos; aragoneses y, finalmente, los italianos peninsulares que en 1860 la incorporaron a su recién formado Reino de Italia.
La complicada historia de Sicilia forjó a unos isleños recios, famosos por su compleja idiosincrasia. Cuando, por intereses palaciegos, las instituciones del joven Reino de Italia dejaron desatendido las áreas rurales sicilianas, el vacío gubernamental fue ocupado por líderes espontáneos que se dieron a la tarea de poner orden en sus comarcas. El paso del tiempo y la continua ausencia del Estado aumentó el poder de esos líderes, transformándolos en los primeros mafiosos.
Durante décadas, el poder de los mafiosos se mantuvo intacto hasta la llegada de Benito Mussolini al poder. Su cruzada antimafia le hizo la vida muy difícil a la Cosa Nostra. Esa era la situación en Sicilia -la de una feroz guerra contra la Mafia- cuando Italia entró en la Segunda Guerra Mundial.
Es en ese ambiente -en el de una Sicilia sumida en una guerra mundial; una guerra antimafia y una guerra social-, en el que se desarrolla la trama de Adiós Mafia, hola Mafia. Su minucioso argumento; sus personajes rebosantes de sicilianidad y su fiel inspiración en los eventos que ocurrieron antes, durante y después de la invasión aliada, dejaran en al lector tan emocionado como enterado de qué fue lo que en realidad ocurrió con la Mafia una vez finalizó la Segunda Guerra Mundial.
Todo aquel que lea Adiós Mafia, hola Mafia recordará esta obra cada vez que escuche una noticia o vea una película relacionada con esa despiadada organización criminal.
Podéis comprar la obra en Amazon en tres formatos: libro de papel con tapa blanda; libro con tapa dura “de luxe” y en formato electrónico ebook. Sobre este último formato es menester resaltar un dato muy importante: existe una aplicación gratuita que transforma cualquier móvil, tablet u ordenador en un lector de libros electrónicos Kindle. Está disponible -gratis- en tiendas como Google Play o App Store de Apple. Se llama Amazon Kindle. Con esa aplicación no solo podréis leer la novela comprándola en su versión más económica, también da acceso a un millón de libros, muchos de ellos a precios bajísimos o, también, a cero euros cuando los autores hacen algún tipo de promoción especial. Para saber más de esa maravillosa aplicación, haz clic en ESTE ENLACE.
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¿Conoces a alguien a quien le gustan las historias de mafiosos o las de guerra?
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Puedes saber más de la obra esuchando un microepisodio especial de Zafarrancho Pódcast, disponible AQUÍ.
Estamos muy contentos por haber recibido una invitación de la UNESCO para participar en la celebración del Día Mundial de la radio. Y lo haremos reflexionando sobre la radio y la confianza que genera en sus oyentes, asunto tratado en uno de nuestros programas más escuchados.
Tal y como explicamos con lujo de detalles en nuestro episodio titulado Claroscuro radioeléctico, la Segunda Guerra Mundial fue el primer conflicto en el que las potencias beligerantes usaron la radio para comunicar con las personas… ¡de forma masiva!
Tomando como ejemplo Gran Bretaña y Alemania, al principio de la guerra las radioemisoras de ambos países transmitieron comunicados y noticias para sus oyentes, es decir, ciudadanos de sus propios países. Esa información iba intercalada con música y programas de variedades. El objetivo de esa programación era tranquilizar y proteger a las personas difundiendo información e instrucciones útiles en caso de ataques junto a reportes noticiosos del frente de batalla. Sobre este particular hubo dos tendencias muy diferenciadas, la británica y la alemana.

Familia británica escuchando la radio durante la SGM
En Gran Bretaña la batuta siempre fue llevada por la BBC que, tanto en ese entonces como ahora, no está subordinada al gobierno. Esto hizo que ya desde el principio del conflicto emitiera tanto noticias buenas como malas, siempre cuidando de no revelar información que pudiera ayudar al enemigo. Esto enfurecía al Primer Ministro Winston Churchill, que prefería un control -censura- total.
En el caso alemán su red de emisoras (Reichs-Rundfunk-Gesellschaft) hacía lo mismo, pero censurando los noticiarios desde el primerísimo primer día de la guerra. Las únicas verdades que escuchaban los alemanes eran las victorias. Las derrotas o no eran reseñadas o eran tergiversadas.

Cartel alemán alertando sobre noticias falsas
Conscientes del poder de convencimiento de la radio Londres y Berlín pusieron en marcha -primero- programas dirigidos al pueblo enemigo, para minar la confianza que tenían en sus líderes. Mas tarde crearon estaciones de radio que se hacían pasar por emisoras del país contrario y cuya programación estaba diseñada para crear confusión. Estas operaciones encubiertas llegaron a sustituir -en momentos puntuales- a las estaciones oficiales enemigas, lanzando noticias falsas o dando órdenes de evacuación para inundar los caminos de refugiados, entorpeciendo el desplazamiento del ejército o de los servicios de rescate tras un bombardeo.
En conclusión, durante la Segunda Guerra Mundial la radio gozaba de una confianza muy alta por parte de los oyentes, atributo que los gobiernos no solo usaron, sino del que también abusaron.
Para saber más de este apasionante capítulo en la historia de la radio, os invitamos a descargar y/o escuchar nuestro episodio titulado Claroscuro radioeléctrico, disponible haciendo clic AQUÍ o activando el siguiente reproductor:
Tal día como hoy, hace doscientos años, ocurrió el evento que se convirtió en uno de los más importantes mitos fundacionales de Venezuela: la Batalla de Carabobo.
Fotogramas de «Carabobo, caminos de libertad»
Con mito fundacional no queremos decir que esa batalla no haya existido, recurrimos a ese término porque consideramos que su relato, salvo rarísimas excepciones, se eleva a niveles de gesta homérica, tal y como demuestran las palabras de apertura del tráiler de una serie estrenada para la ocasión y con las que Simón Bolívar arenga a sus hombres antes de la batalla:
«Este es el ejército más grande y más hermoso que ha hecho armas en un campo de batalla»
La mitificación de todo lo relacionado con la lucha independentista imprime a sus acciones una pátina de heroicidad sobrenatural, con triunfos obtenidos contra todo pronóstico. Cualquier estudio o escrito que haga referencia a hechos que favorecieran la victoria ajenos al arrojo, valor y buen combatir de los soldados locales era -y aún es- dura y amargamente rebatido. De ahí que nos sorprenda encontrar en un texto publicado en la web del Ministerio del Poder Popular del gobierno venezolano un epígrafe titulado «La suerte acompaña» y que reproducimos como anexo al final de este escrito.
El texto en cuestión reconoce que el triunfo patriota en la Batalla de Carabobo se vio muy favorecido por sucesos ajenos a Venezuela y que, resumidos, fueron:
- El último envío de tropas de la península se remontaba a 1815, es decir, a seis años antes.
- La lucha entre liberalismo y absolutismo en España frustró el envío -en 1820- de un nuevo gran contingente de tropas, ejército que mucho habría influido en los acontecimientos de la segunda década de guerra.
- La falta de refuerzos obligó a acordar una tregua de seis meses, período que ambos bandos aprovecharon para reorganizarse, siendo mejor aprovechado por Bolívar, cuya estrategia se basaba en obligar al enemigo a enfrentarse en una única y definitiva batalla.
«Nuestra causa se ha decidido en el tribunal de Quiroga»
Simón Bolívar
Es pues que, finalizada la tregua y abandonado a su suerte por una metrópoli sumida en luchas intestinas, Miguel de la Torre debió enfrentarse a Simón Bolívar en esa para él nada conveniente combate definitivo.
Si bien contaban con fuerzas superiores, a los patriotas no les fue nada fácil obtener la victoria.
Planificada por Bolívar como una acción de pinza con un ataque frontal de distracción complementada por una maniobra de flanqueo para atrapar a los realistas en un fuego cruzado, durante su ejecución no pocas fueron las veces en las que los soldados y jinetes que rodeaban a los realistas fueron rechazados, dejando muchos muertos y heridos en el terreno. Solo la tozuda resistencia de un grupo expedicionario británico permitió que los jinetes criollos se reagruparan y se lanzaran a la carga.
El ataque frontal de infantería y la embestida lateral de caballería sellaron la victoria, obligando a Miguel de la Torre a retirarse hacia el norte, en dirección a la costa.
A partir de ahí se sucedieron las otras importantes batallas definitivas de Pichincha -24 de mayo de 1822-; Junín -6 de agosto de 1824- y Ayacucho -9 de diciembre de 1824- que consolidaron las independencias de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Los doscientos años de la Batalla de Carabobo han sido muy recordados en Venezuela, una efeméride que materializó un segundo monumento conmemorativo, el del bicentenario, erigido frente al primero, construido hace un siglo. La enorme escultura simboliza el sable de Simón Bolívar rodeado por las lanzas de los soldados que lo acompañaron. Las peculiares interpretaciones sobre esta estructura -y sus polémicas asociadas- no serán comentadas en este artículo.
Anexo
A continuación el artículo «Carabobo finalizó la guerra en Venezuela», del 24 de junio de 2014 (Web del Ministerio del Poder Popular de Venezuela – original AQUÍ):
La suerte le acomapaña
España se estaba preparando para enviar un fuerte contingente hacia América, en refuerzo a los llegados en 1815 con el general Pablo Morillo. Pero dentro de ese ejército existía un fuerte partido que se inclinaba por la Constitución de Cádiz, lo cual degeneró en la rebelión del general Rafael del Riego y del coronel Antonio Quiroga en 1820.
Este movimiento impidió el embarque de las nuevas tropas reales logrando la imposición de la constitución de Cádiz por parte de Fernando VII, quien inmediatamente giró instrucciones para que Pablo Morillo iniciara conversaciones de paz y el cese de las confrontaciones. Bolívar dijo en carta a Santander, al conocer la noticia: “Nuestra causa se ha decido en el tribunal de Quiroga».
Estas palabras también fueron proféticas. Desde ese momento la situación de la guerra en Venezuela fue otra, favorable a la causa de los patriotas.
Oficiales y soldados realistas se sintieron abandonados por el rey español y los criollos que militaban en su bando comenzaron a pasarse en masa al ejército patriota. Se dio la entrevista entre Pablo Morillo y Simón Bolívar, firmándose un armisticio y un tratado de regulación de la Guerra, con el cual se daba fin a la guerra a muerte, en un acuerdo humanitario que tomó en consideración los derechos de quienes participaban.
La paralización de las hostilidades sirvió a Bolívar para reorganizar su ejército y para preparar una batalla que diera fin a la contienda. En primer lugar, apoyó el pronunciamiento de Maracaibo a favor de la causa patriota y, luego, planificó una estrategia para evitar la unión de los realistas.
Nota: en la frase «el juicio de Quiroga» Simón Bolívar hace referencia a Antonio Quiroga y Hermida, el oficial de más alto rango que apoyó el levantamiento liberal de Rafael del Riego asunto que, entre otras cosas, frustró el envío de la expedición militar con la que Fernando VII pretendía sofocar las revoluciones independentistas sudamericanas (Ver nota 80 de una carta de Bolívar archivada en este enlace de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
Enlaces de interés:
Caminos de libertad – Serie de TV (2021), Enlace AQUÍ.
Inauguración monumento por bicentenario Batalla de Carabobo. Enlace AQUÍ.
A 200 años de Carabobo, por Laureano Márquez, humorista y politólogo. Enlace AQUÍ.
Polémica sobre el bicentenario de la Batalla de Carabobo. (Enlace AQUÍ).
Nota 2: en uno de los comentarios uno de nuestros lectores diserta sobre la bandera española que aparece en el fotograma al comienzo de este artículo. Podéis leer la intervención haciendo clic AQUÍ. Pedro San Miguel nos pone en autos sobre la bandera que enarbolaban las tropas realistas en 1821. Y como no le fue posible insertarla en el comentario, lo hacemos por él:
¿Tenía el Reino de Italia sistema criptográfico propio?
Influenciada por la propaganda de posguerra o por el inusitado protagonismo de la máquina Enigma la respuesta a esa pregunta suele ser que no, que Italia no contaba con máquinas y que protegía sus mensajes secretos encriptándolos con libros de códigos o, a lo sumo, con Escítalas espartanas (ver nota al final).
Pero, tal y como sucedió en otras áreas, Italia tenía la experticia técnica suficiente para fabricar su propia máquina cifradora equivalente a las de los demás países involucrados en el conflicto.
La OMI Alpha era una máquina de cifrado por rotores, creada por la compañía Ottico Meccanica Italiana, con sede en Roma. Tenía cinco ruedas interconectadas electromecánicamente, una de las grandes características de este tipo de tecnología ya que con cada golpe de tecla los discos de la Alpha se reconfiguraban en cascada a sí mismos, incrementando exponencialmente el número de permutaciones, asunto que complicaba el trabajo a los descifradores enemigos. Esta tecnología era la misma usada en la alemana Enigma, la británica Tipex, la americana Sigfoy o la suiza Nema.
Las diferencias entre la Alpha y la Enigma eran que la italiana tenía un rotor más y estaba motorizada, características que hacían su cifrado más complejo y su operación más rápida. Estos artefactos fueron la salvación para la compañía OMI que pasaba por horas bajas antes de la guerra. Sus Alphas fueron distribuidas tanto en el Regio Esercito como en la Regia Marina y la Regia Aeronáutica.
Para cifrado táctico a bordo de sus navíos la Regia Marina empleaba la Hagelin C-38, una máquina mecánica portátil fabricada en Suecia que tenía la peculiaridad de ser…
¡Usada por ambos bandos!

Hagelin C-38
En 1935 Boris Hagelin ofreció a la Marina italiana la versión anterior -la C-35- que no fue aceptada por los peritos navales. Su suerte cambió cuatro años más tarde cuando la nueva versión fue aceptada por Roma, que la puso en servicio a bordo de sus naves en 1940. El problema del probable descifrado de los mensajes debido a la amplia distribución de la C-38 no tenía tanta importancia en el plano táctico, donde la inmediatez de las acciones dejaba sin efecto su descifrado debido a la tardanza propia de ese complejo proceso.
La destrucción tras el armisticio del 8 de septiembre de 1943 de todos los archivos de oficinas como el Servizio de Informazioni Segrete –el servicio de espionaje de la Regia Marina- ha contribuido a mantener viva la creencia de que las Fuerzas Armadas del Reino de Italia solo usaba libros de códigos para proteger la confidencialidad de sus mensajes, un mito desmentido por máquinas como la OMI-Alpha o la C-38.
Nota: La Escítala espartana fue el primer instrumento criptográfico de la humanidad, usado en varias ciudades griegas hacia el siglo V a.C. El cifrado se realizaba escribiendo el mensaje sobre la superficie de un palo que tenía una cinta de cuero enrollada. Al desenrollar la cinta el mensaje se disgregaba, quedando ilegible. El descifrado se producía enrollando la tira alrededor de otro palo que, para poder transformar el galimatías en un mensaje legible, debía tener el mismo diámetro. Ese dato, el grosor del basón, era la clave.
Tal y como narramos en nuestro noveno episodio regular (programa Nr. 25), durante la Primera Guerra Mundial el Imperio Británico movió cielo, tierra y dos motocañoneras con tal de combatir la flotilla alemana que dominaba navalmente el remoto lago africano Tanganyika, situado en medio de unas altas montañas.
Los detalles de tan excepcional odisea están en nuestro noveno episodio regular que podréis escuchar haciendo click AQUÍ.
Y si estáis leyendo esta entrada porque ya nos escuchásteis, ahora podréis ver algunas imágenes del traslado por tierra desde Ciudad del Cabo hasta Kalemie, el puerto belga del Tanganyika. Más de 2.000 millas de lento y difícil transporte …
¡Estimados oyentes!
Esta entrada está destinada a los más curiosos. La foto muestra cómo luce un episodio de Zafarrancho Podcast en sus etapas finales de edición. La imagen corresponde a la segunda parte de nuestro octavo episodio regular. La linea superior representa la narración, después de haber sido tratada durante horas y horas para eliminarle ruidos, equivocaciones y picos de volumen. También se aprecian los cortes en los que se insertarán los clips de audio, que están representados en la línea inferior. La ventana central muestra el proceso de mezclado de ambas pistas. Después se vuelven a eliminar picos de volumen que permiten agregar la última de las muchas amplificaciones de volumen aplicadas a los audios.
El que tenga ganas de hacer un podcast y quiera saber más … !Que pregunte! Puede hacerlo por zafarranchopodcast@yahoo.es
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Post Data: Si a continuación en esta entrada veis publicidad, queremos informar que no tiene relación alguna con Zafarrancho Podcast. Es insertada por WordPress como contraparte por su servicio de alojamiento de blogs.

¿Cómo fue usada la radio normal, la de nuestras casas, durante la guerra?
Este programa está dedicado a vosotros, oyentes.
A vosotros y a la radio.
La radio en tiempos de guerra.
Nuestro octavo episodio regular es un regalo. Un presente tanto para los amantes de la historia militar, como para los aficionados a la radio y a su evolución digital, los podcasts. Si estáis leyendo esto quiere decir que los programas de audio os parecen una buena opción para entreteneros y de que os gusta esta manera de transmitir mensajes, información o música.
Así que seáis aficionados a la historia, oyentes de radio, seguidores de podcasts, locutores, empleados de radio o colegas podcasters, este programa está dedicado a vosotros.
Cuando en nuestro episodio titulado Claroscuro Radioeléctrico (disponible para su escucha gratuita haciendo clic AQUÍ) hablamos del trabajo de campo efectuado por la BBC durante la Segunda Guerra Mundial, mencionamos al Belinda, un camión con el que los corresponsales de guerra seguían al octavo ejército británico, durante sus idas y venidas por el norte de África, amén de otros teatros de operaciones.
Además de grande y robusto, estaba preparado para escribir y grabar reseñas, además de transmitirlas. Fue desde el Belinda que Godfrey Talbot envió el reportaje sobre la victoria polaca en el Monasterio de Monte Cassino, escuchada en nuestro programa dedicado a la radio en tiempos de guerra.
Este vehículo, fue la semilla que luego geminó y se transformó en los enormes centros de transmisiones móviles con los que las cadenas de radio-televisión actuales cubren eventos fuera de sus estudios. La Segunda Guerra Mundial no solo definió la geopolítica actual sino muchos aspectos de nuestra vida cotidiana.
Tal y como reseñamos en nuestro episodio titulado La radio en tiempos de guerra, el gran tirachinas electrónico con el que los británicos lograron hacer llegar sus invisibles dardos envenenados de propaganda radial fue el Aspidistra, un enorme transmisor fabricado por la RCA en los Estados Unidos. Sus 300.000 dólares de precio le parecieron excesivos al gobierno norteamericano que no le daba mucha importancia a las emisiones de guerra psicológica. En cambio los británicos, que ya habían ejecutado con éxito ese tipo de guerra en 1918, se apresuraron a pagar 165.000 libras en efectivo para quitarle el transmisor a los chinos, que querían comparlo.
Gracias a sus 500.000 vatios de potencia (posteriormente elevados a 600.000) el Servicio Secreto Británico logró hacer llegar sus muchos programas falsos al último rincón de Europa, actividad conocida en el medio como propaganda gris y negra. En el carrousel de fotografías de abajo encontraréis imágenes de algunos de los locutores más famosos de la Segunda Guerra Mundial y de como la gente escuchaba, atenta y casi hipotizada, la radio.
Si queréis saber de que se trata ese tipo de guerra psicológica, escuchad o descargad gratuitamente nuestro titulado La radio en tiempo de guerra haciendo clic AQUI.