¿Lana de leche en vez de lana de oveja?
Sí, tal y como suena, la búsqueda de alternativas cien por cien nacionales hizo que la Italia de los años 40 inventara, produjera y comercializara con éxito un tejido producido con caseína, una proteína extraída de la leche tan parecida a la queratina (la proteína del pelo de las ovejas) que una vez era transformada en tela, no había casi diferencia.
¡Lánital! Tejido autárquico italiano… ¡Lánital! La fibra italiana… Esos y muchos otros eran los eslóganes que la propaganda fascista difundía a los cuatro vientos.
El único parámetro en el que la lana hecha con pelo de oveja superaba al lánital era el de la durabilidad. La ropa hecha con la lana tradicional resistía más maltrato que la hecha con lana de leche. Ese fue el motivo por el que el lánital dejó de producirse una vez la economía italiana regresó al redil del Libre Mercado.

El cartel reza: Lanital, los tejidos de la moda italiana
Pero el lánital tenía un as guardado bajo sus fibras: su poco poder alergénico, motivo por el que fue rescatado en nuestro sofisticado siglo XXI. El lánital es ahora una fibra muy apreciada para confeccionar lencería y ropa para para pieles delicadas. Tejido cuyo origen autárquico origen está explicado en nuestro episodio «La autarquía contraataca» disponible para su escucha y/o descarga gratuita pinchando AQUÍ. También, si queréis, podéis escucharlo activando el siguiente reproductor: