Uno de los aspectos más atractivos de la Ciencia Ficción son las batallas estelares. Durante esos enfrentamientos las naves surcan el espacio, patrullan, acechan, persiguen, escapan, disparan proyectiles y, de vez en cuando, encajan misiles o rayos de energía lanzados por astro-buques enemigos.
Un convencionalismo de la industria del cine permite obviar el hecho de que esas maniobras son realizadas en un ambiente ingrávido. Eso brinda la posibilidad de someter a sus tripulantes a violentas sacudidas que los lanzan por los suelos y los obliga a sujetarse a sus consolas para luchar apretando botones. Al grave descalabro de la organización interna de la nave y a la falla en el funcionamiento de equipos vitales se debe agregar la peor de las calamidades: la muerte de muchos tripulantes por efectos de explosiones o por su salida al espacio exterior.
Esa imaginería presente en todos los filmes de batallas espaciales, ¿de dónde proviene?
Sin duda de sus creadores pero ellos, como todos, se nutrieron a su vez de sus propias vivencias. Muchos de los guionistas, fotógrafos, productores y directores de cine de la segunda mitad del siglo XX participaron directa o indirectamente en la Segunda Guerra Mundial como tripulantes de aviones o barcos de guerra. Y, como es lógico, usaron su experiencia personal como guía a la hora de contar sus historias fantásticas.
Es harto conocido que George Lucas se inspiró en las batallas aéreas de la SGM para crear las suyas propias pero él, que nació en 1944, no paticipó en esa guerra. Por eso el padre de Star Wars se inspiró en la obra de otros cineastas que sí participaron en la contienda.
La batalla tratada en nuestro episodio titulado El hundimiento del Repulse y del Prince of Wales es un ejemplo perfecto de lo que estamos afirmando. Las maniobras extremas a las que el crucero de batalla HMS Repulse fue sometido por su tenaz capitán crearon situaciones a bordo como las que describimos al principio de esta reseña, con sacudidas, virajes, caídas y explosiones generadas durante el violento encuentro que lo enfrentó a más de un centenar de bombarderos japoneses.
Pero la influencia en las futuras películas de ciencia ficción no proviene únicamente del hecho de que varios marineros o pilotos se convirtieran en cineastas. El ataque al Repulse, al Prince of Wales y a la base naval de Pearl Harbor generó en menos de un año una película que dictaría cátedra para la futura ciencia ficción. Nos referimos a Hawai Mare oki kaisen, un film estrenado en 1942 cuyos efectos especiales resultaron tan bien logrados, que las fuerzas norteamericanas creyeron que eran tomas reales cuando capturaron la película después de la rendición de Japón en 1945. El responsable de crear las miniaturas de aviones y buques en batalla fue Eiji Tsuburaya, productor y director de las películas de Godzilla y la serie de ciencia ficción Ultramán, delicia de niños y adultos en los años 60.
Si queréis vivir y sentir como en carne propia lo que experimentaron los tripulantes del HMS Repulse os recomendamos escuchar nuestro episodio titulado El hundimiento del Repulse y del Prince of Wales que podréis descargar AQUÍ o activando el reproductor situado al final de este artículo. A continuación encontraréis una galería fotográfica con la que creemos es una estrecha relación entre las batallas de la SGM, la película Hawaii Mare Iki, Eiji Tsuburaya y las modernas producciones de luchas espaciales.
Finalizaremos con más paralelismos, unos que muestran cuan símiles eran los trabajos de filmación hechos por Eiji Tsuburaya durante la guerra y la post-guerra y los hechos por George Lucas durante sus filmaciones de Star Wars. Sin duda Lucas supo aprovechar la experiencia de todos aquellos que lo precedieron.