La semana de la moda de Milán, conocida también como la Milan Fashion Week es, junto a sus pares de Londres, Nueva York y París uno de los cuatro grandes eventos mundiales de la industria de la alta costura. Todas las otras pasarelas son subalternas a las de este cuarteto.

Coco Chanel en 1937. Antes de la SGM su palabra era ley en lo que a moda se refería.
Hace ochenta años, en vez de cuatro capitales de la moda, había solo una: París. Y sus diseñadores, cuales dioses, decidían qué usarían aquellos mortales que optaran por ropa de estilo occidental. Su poder era tan grande que los otros países carecían de moda propia, con empresas de costura locales que se limitaban a revender vestidos comprados a Francia o, como mucho, a confeccionar piezas inspiradas en esos diseños. Los talleres más modestos copiaban lo que veían en las revistas francesas. Esto también ocurría en Italia, cuyos atelieres no se atrevían a diseñar nada propio incluyendo hasta los más lujosos, casas de moda que vestían a reinas y millonarios, pero siempre siguiendo los dictámenes de París.
¿Qué fue lo que hizo que la moda italiana dejara de estar subyugada y compartiera sitial de honor junto a la francesa?
Podrás descubrir este largo, complejo y, también, sorprendente proceso escuchando nuestro episodio «La autarquía contraataca», disponible para su escucha y/o descarga gratuita pinchando AQUÍ. También puedes escucharlo ahora mismo activando el siguiente reproductor: