Una de las estrategias que tienen los países para obligar a otro a detener una agresión militar consiste en aplicarle sanciones, algo que al momento de escribir esta nota está en en primera plana debido a la invasión rusa de Ucrania.

¿Detendrán las sanciones a Putin? Se pregunta la televisión alemana
El Ministerio de Asuntos Internacionales de España las define como medidas coercitivas que se aplican contra Estados, entidades no estatales o individuos que suponen una amenaza para la paz y la seguridad internacional.
A continuación el Ministerio señala:
Los objetivos que se persiguen a la hora de imponerlas son:
- Modificar un determinado comportamiento por parte de un Estado, entidad no estatal o un grupo de individuos (coercing);
- Disminuir su capacidad de maniobra o debilitar su posición (constraining);
- Denunciar públicamente a todos aquellos que suponen una amenaza para la paz y la seguridad internacionales (signaling).
Estas sanciones tienen un carácter fundamentalmente preventivo y deben ser proporcionales al objetivo que se persigue. Cada vez con mayor frecuencia, los Estados optan por recurrir a ellas como alternativa al uso de la fuerza armada.
Como regla general, las sanciones deben ir dirigidas en la mayor medida posible a individuos o entidades responsables de las políticas o acciones indeseadas con el objetivo de reducir los efectos adversos sobre terceros. Además, se prevén exenciones para poder satisfacer las necesidades básicas de las personas sancionadas. Su adopción y aplicación deben ser siempre conformes con el Derecho Internacional y deben respetar los Derechos Humanos. Además, deben incluir una cláusula de expiración o de revisión y, llegado el caso, deben incluir la posibilidad de ser retiradas.
Las medidas más frecuentes consisten en:
- El establecimiento de restricciones de tipo económico-comercial o financiero;
- Los embargos de armas;
- las sanciones individuales que se dirigen contra determinadas personas, como la prohibición de su entrada en otros Estados o la congelación de sus activos.

La Unión Europea sostiene que las sanciones perjudicarán tanto a Rusia que la obligarán a detener la invasión
La explicación del Ministerio continúa detallando el marco legal usado por la la ONU, la Unión Europea y la OSCE y cuyos detalles podréis encontrar AQUÍ.
Como podemos ver de los puntos enumerados todos -menos uno- se están aplicando contra Rusia. El que no es viable es el embargo de armas ya que ese país es uno de los mayores fabricantes mundiales lo cual lo hace autosuficiente en este aspecto.
¿Surtirán efecto las sanciones?

Tropas alemanas entrando en Viena en 1938
Es pronto para saberlo. Los análisis en los medios de comunicación extrapolan a favor o en contra usando muchas veces como referencia histórica sanciones económicas a la Alemania nazi, algo que no solo es incorrecto, sino que en realidad ocurrió todo lo contrario, porque los países europeos más importantes del momento -Francia y Gran Bretaña- aplicaron la Política de Apaciguamiento (Appeasement Policy), una estrategia diplomática basada en el reconocimiento negociado de las exigencias de los países que potencialmente podían iniciar un conflicto, en el convencimiento de que esas medidas impedirían que estallara una guerra como la que arrasó Europa entre 1914 y 1918. Gracias al apaciguamiento francobritánico Alemania pudo remilitarizar la Renania; anexarse Austria y ocupar los Sudetes que eran zonas de Bohemia, Moravia y Silesia oriental habitadas por germanohablantes, entregados a Berlín por Londres y París en virtud de los Acuerdos de Múnich del 30 de septiembre de 1938.
Si la intención es usar como punto de comparación sanciones internacionales previas a la Segunda Guerra Mundial, existe un ejemplo inequívoco: las que aplicó la Sociedad de las Naciones contra la Italia fascista, como respuesta a la invasión italiana de Etiopía del 2 de octubre de 1935.

Portada del ABC anunciando la invasión de Etiopía (4 de octubre de 1935)
La preocupación de que el mundo volviera a incendiarse como había ocurrido veinte años antes hizo que la Sociedad de las Naciones se reuniera el 11 de octubre. Una semana después, el 18, fueron acordados los siguientes duros castigos: embargo de armas a Italia; suspensión de créditos; bloqueo a sus importaciones de materias primas y bloqueo sus exportaciones.
Por suerte para Roma, cuando el 18 de noviembre de 1935 fueron puestas en vigor las sanciones, los Estados Unidos y Alemania no se solidarizaron con la Sociedad de las Naciones. Otros países no fueron estrictos en su aplicación.
En la práctica el boicot fue blando y desordenado.
Ahora bien, dos de los países más importantes del mundo sí cumplieron con lo pactado: Gran Bretaña y Francia, generándole ciertos problemas a Roma. Pero esto, lejos de calmar los ánimos de Mussolini, le sirvió para impulsar aún más el sistema económico que estaba siendo instaurado en Italia: la autarquía.
El resultado final de las sanciones impuestas a Italia en 1935 fue muy contrario a lo esperado, amén de no detener la conquista de Etiopía, consolidó a la autarquía como modelo económico de la Italia fascista, dándole al Duce una poco realista sensación de poderío, lo que a la larga contribuyó a que decidiera a involucrar a Italia en la siguiente guerra, conflicto que la Sociedad de las Naciones fue incapaz de evitar.
Propaganda fascista
Manifestación en Roma antisanciones
Roma bautizó las sanciones como «El asedio de Italia»
Para conocer con inusitado detalle el sistema autárquico italiano os recomendamos escuchar nuestro programa La autarquía contrataca, disponible para su descarga y/o escucha gratuita haciendo clic AQUÍ (Ivoox) o AQUÍ (Google Podcast). También os recomendamos leer los siguientes artículos de este blog:

«Autarquía – Mussolini siempre tiene razón» reza el monumental cartel en la entrada a una exposición de la industria autárquica italiana
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