Si se une mitología griega con un episodio de Halloween…, ¿de que se terminará hablando?
De deidades de la antigua Grecia, pero malignas o, cuanto menos, relacionadas con la muerte.
A continuación los personajes mitológicos que sirvieron de base para el nuestro ya tradicional encuentro podcastero de finales de octubre:
CARONTE. Fue el barquero de las almas para griegos, etruscos y romanos. Caronte las hacia subir a su barca previo pago de un óbolo -moneda- y las llevaba a través del río Aqueronte hasta el reino del más allá. Es por eso que los fallecidos de ese tiempo eran enterrados con una moneda en la boca. Caronte apareció en los últimos tiempos de la mitología griega. Siglos más tarde Dante lo representó con aspecto demoníaco en su Divina Comedia.
ANFITRITE. Como esposa de Poseidón fue la reina de los mares. Formó parte de las cincuenta neréidas -ninfas de mar- hasta que Poseidón, tras verla en una fiesta en la isla Naxos, no descansó hasta hacerla su esposa. Eminentemente buena Anfitrite, los celos la hicieron cometer un exabrupto que tuvo terribles consecuencias para los marinos que atravesaran el estrecho de Mesina.
Las imágenes anteriores corresponden a la antigüedad -izquierda- y a cómo estaban cuando abordaron el velero Simón Bolívar en 1989. Encontraréis los detalles de ese inusual cruce de mitología con realidad en nuestro episodio Mitología mortal, disponible para su descarga y/o escucha gratuita haciendo clic AQUÍ.
ESCILA Y CARIBDIS. Fueron dos monstruos mitológicos cuya génesis y tropelías explicamos en el capítulo. Situadas a ambos lados del punto más angosto del Estrecho de Mesina, sembraban el terror entre los navegantes. Caribdis hundía barcos con los remolinos que generaba. Escila por su parte devoraba a los tripulantes con las seis cabezas de perro que salían de su bajo torso. Los timoneles debían tener mano firme para no desviarse y caer en una de las dos trampas.
LAS SIRENAS. Muy alejadas de la concepción actual, las sirenas de la mitología griega son mujeres-pájaro que, embelesando a los marineros con su melodioso canto, los hacían estrellarse en las rocas. Una vez encallado el barco, las sirenas devoraban a los náufragos.
La concepción actual de las sirena mitad humana mitad pez proviene de la popularización de un cuento infantil de Hans Christian Andersen, que a su vez basó su sirena mujer-pez en las reinterpretaciones medievales de la mitología griega. Los castellano hablantes tenemos el inconveniente de llamar a ambos seres como sirenas. Los angloparlantes tienen palabras distintas: mermaid para las mujeres-pez y siren, para las mujere-pájaro.