Una afortunada coincidencia une a dos famosas naves: al buque escuela Amerigo Vespucci y al explorador que acaba de llegar a Marte.
La coincidencia está en el término perseverancia.
En el caso de la nave marciana -o nave terrestre que está en Marte- la coincidencia es obvia ya que se trata de su nombre en inglés: Perseverance.
Si bien no tan conspicuo como su nombre, la palabra perseverancia es muy importante en el Amerigo Vespucci ya que es el eje sobre el que gira su lema: No quien comienza, sino quien persevera.
Y no hay mejor ejemplo de perseverancia que el Amerigo Vespucci porque el 22 de febrero cumplió noventa años. Nueve décadas sirviendo como alma mater de muchas cohortes de oficiales navales, siendo una de ellas la de quien suscribe este blog y podcast, que recibió su bautismo de mar en un ya lejano 1983. Si os apetece viajar atrás en el tiempo y abordar sonoramente esta nave, os recomendamos escuchar nuestro episodio titulado Bautismo de mar, disponible para su escucha y/o descarga gratuita AQUÍ.
Finalizaremos esta nota con la definición de perseverar cuyas dos acepciones nos permiten entender por qué el término fue adoptado por la Marina italiana y por la Agencia Espacial Norteamericana: