Los oyentes de nuestro episodio titulado Los centuriones alados y sus asombrosos hidroaviones se encontraron, a un cierto punto, con la pregunta ¿pulgar arriba o pulgar abajo para Ítalo Balbo?
Y para ellos es este post, para que contesten a la pregunta. Y si es de forma razonada, mejor. Pero si es solo para dar un voto a favor o en contra, también vale.
Ahora bien, si has llegado hasta aquí por casualidad, te pondremos en autos: Ítalo Balbo fue un importantísimo general italiano, amigo y compañero de Mussolini desde el inicio mismo del Partido Fascista.
Once años después del ascenso al poder de Mussolini, Balbo realizó una gran proeza técnica y organizativa: viajar con veinticuatro hidroaviones Savoia Marchetti S.55X desde Roma hasta la Exposición Mundial de Chicago de 1933. Este récord aéreo, amén de causar sensación en todo el mundo, dejó profunda huella en el pueblo norteamericano. Ahora bien, en los EE. UU. existe un movimiento creciente para borrar tanto de los libros como de las calles de Chicago cualquier referencia a Balbo, visto su pasado fascista. Pero buena parte de los chicagüenses y de los diecisiete millones de ítalonorteamericanos se niegan a que Balbo y su crucero aéreo sean borrados de los libros de historia y de las calles.
Encontraréis una explicación más detallada del asunto, incluyendo la expedición que lo generó, en nuestro episodio Los centuriones alados y sus asombrosos hidroaviones», disponible para su escucha gratuita (o descarga) haciendo clic AQUÍ. Y mientras meditáis vuestro voto os invitamos a pinchar en las imágenes de Balbo, enérgico individuo que no dejaba a nadie indiferente…
Post data: y ya que estamos, quisiéramos mencionar que la influencia de Balbo llegó a tal punto que su nombre quedó ligado a un tipo de afeitado masculino: la barba Balbo, entre cuyos usuarios se encuentran Cristian Bale, Robert Downey y Ryan Gosling.
Si se borra el recuerdo del vuelo de Balbo a Chicago…, ¿también se deberá cambiar el nombre de esa barba?
Para ver las recomendaciones de como hacerse -para quien quiera- una barba Balbo según la fábrica de máquinas eléctricas Philips pincha AQUÍ . Y si eres más tradicional, puedes seguir las recomendaciones de Gillette haciendo clic AQUÍ.
ANEXO
He aquí los primeros comentarios al respecto llegados o por el correo zafarranchopodcast@yahoo.es o por privados de redes sociales. Los transcribimos limpios, sin saludos, despedidas o felicitaciones por el programa.
Mensaje 1:
No Esteban fascista es fascista, Chicago debería aprender de lo hecho en España aunque todavía quedan muchos nombres de calles y plazas que limpiar. C.G.B.
Mensaje 2:
No tengo duda: pulgar arriba para Balbo. A este paso no quedará historia. Las cosas o leyes habrán aparecido por magia, puestas allí solas. O peor aún puestas allí por gente que no las hizo. Me recuerda a los Eloi, tú que eres mu friki seguro que sabes quienes son, los tontorrones del futuro que solo comían y paseaban. Así quedaremos con toda esta neolengua y XXXXXXlleces varias. L.D.
Nota de ZchP: Los Eloi son una de las dos razas que habitan una de las más grandes distopías jamás escritas: La máquina del tiempo, de H. G. Wells. Este enlace os llevará a la sección de Wikipedia que habla al respecto.
Mensaje 3:
El record que batió Balbo y sus aviones no tuvo nada que ver con el fascismo. Es como si le quisieran quitar las marcas a Alberto Juantorena por decir que era castrista. Te lo digo yo que soy entrenador. C.M.R.
Nota de ZchP: Alberto Juantorena es un excorredor olímpico cubano muy famoso. Más información AQUÍ.
Pulgar arriba por mi parte, porque… Balbo demostró una espectacular capacidad de trabajo organizativo, no sólo en espectaculares «raids», sino también en su destierro camuflado de virreinato. Cierto que era parte del Partido Fascista, pero… ¿Acaso cometió crímenes de lesa humanidad o similares? En España conocemos bien el paño de la dictadura y cualquier conocedor ecuánime sabe que en esos regímenes hay tanto criminales de Estado como gente que trata de hacer que el país -y los paisanos- prospere.
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Comentario publicado en nuestro Facebook por L.C.:
Personaggio controverso a cui vanno dei meriti, in particolare le due trasvolate atlantiche del 1930 e 1933 con formazioni di aerei e tappe e date/orari definiti che hanno dimostrato la fattibilità, poi realizzatasi, della creazione di collegamenti aerei stabili fra le due sponde dell’oceano (prodromi dei voli civili), purtroppo anche ideatore del concetto che tutto ciò che vola è dell’aeronautica creando, almeno in Italia, una diatriba ancora oggi non del tutto superata fra le F. A. Indubbiamente ha saputo cavalcare bene l’onda del futurismo associandola all’arma aeronautica procurandosi anche una visibilità tale da offuscare ls figura del Duce al quale negli ultimi tempi era inviso. Leggenda vuole che il suo abbattimento «per errore» da parte di una unità italiana fosse avvenuto per volontà del Duce.
O sea:
Personaje controvertido a quien le van reconocidos méritos, en particular las dos trasvoladas atlánticas de 1930 y 1933 con formaciones de aviones y etapas con días/horarios definidos que demostraron la factibilidad, luego alcanzada, de las conexiones aéreas entre las dos orillas del océano (antecesores de los vuelos civiles). Desgraciadamente también fue el ideólogo del concepto de que todo lo que vuela (militar n.d.t.) es de la Aeronáutica creando, al menos en Italia, una diatriba aún vigente entre las distintas ramas de las FF. AA. Indudablemente supo identificar las tendencias futuristas asociándolas al arma aérea procurándose también una proyección tal que empañó al Duce, amargándolo. La leyenda dice que su derribo «por error» por una unidad italiana fue por voluntad de Mussolini.
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J.C.O (por Facebook):
Fue un visionario del poder aéreo. Tiene su lugar en la historia por ello. Por otro lado, creo recordar (lo leí hace muchos años en el libro «La Guerra Naval en el Mediterráneo», del también marino y escritor Luis de La Sierra) que fue culpa de Italo Balbo el que la Marina Italiana no tuviera portaaviones durante la II Guerra Mundial, cuando alegó que «la Península Italiana es toda ella un portaaviones insumergible».
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L. M. (Por LinkedIn)
Dedo hacia arriba… Curioso y determinante «what if»…
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S. R. S. (Por correo)
En estos casos la solución que, desde mi humilde punto de vista es la correcta, es homenajear la hazaña o especificar que el homenaje a la persona es por la hazaña específica.
Contextualizar las cosas es lo que les da sentido. Como hace poco escuché, 2 y 2 son 4 en abstracto, pero 2 peras y 2 manzanas son 2 peras y 2 manzanas, contextualizando, podemos decir que son 4 frutas, por debemos dejar de usar peras o manzanas al hablar de las 4 como conjunto.
Por lo tanto:
– ¿Se debe homenajear a Balbo por fascista? No, considero que no se deben ensalzar los fascismos ni los regímenes personalistas tipo castrismo, stalinismo, franquismo, etc. de tipo dictatorial, sin importar hacia qué lado se caigan.
– ¿Se puede homenajear la gesta del vuelo trasatlántico y atribuir su éxito a la buena gestión y liderazgo de Balbo? Sí, y no debería dar vergüenza.
Lo mismo ocurre con tantos y tantos personajes de la historia: Kahn, Aníbal, César, tantos y tantos reyes, validos, ministros, generales, escritores, aventureros, artistas… de tantos lugares y tiempos.
No creo que sea sano para una civilización querer asignar exclusivamente o memorial o damnatio memoriae a cada personaje histórico que ha influido en ser lo que es hoy. Tanto para bien como para mal. De hecho, se puede aprovechar el homenaje a la hazaña trasatlántica para educar sobre lo que esa misma persona hizo mal. Invitar al público a reflexionar lo interesante que sería que en lugar de que se financiase una hazaña como aquella por un régimen totalitario para autocomplacencia, se hiciese para difundir cultura, ayuda o por el único placer de la superación, del más rápido, más alto, más lejos, por llevar a la humanidad, y no sólo a una parte de ella, más allá.
Lo dejo aquí, que me enrollo.
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J. M. E. (Por Facebook)
Hijo de un buen maestro de primaria de provincias. Asistió al prestigioso instituto de secundaria Ariosto de Ferrara pero fue expulsado por escaso rendimiento y mala conducta. Desde que era un crío, su pasión siempre ha sido la política. Ardiente republicano, seguidor de Mazzini y de Foscolo, ya a los dieciséis años se fugó de casa para unirse al nieto de Garibaldi, que había organizado una expedición en apoyo de la libertad del pueblo albanés. Su padre tuvo que enviar a unos amigos a buscarlo.
Más tarde, cuando el joven, hecho ya un hombre, se marchó por fin a la guerra, se batió con honor. Dirigió un batallón de asalto en la ofensiva final en el monte Grappa. Tras conquistar la trinchera enemiga, pudo salvarse fingiéndose muerto durante un día entero. Recibió dos medallas de bronce y una de plata. Después de pasar a la reserva en mayo de mil novecientos veinte, como otros oficiales de complemento, fue destinado a Pinzano al Tagliamento, una pequeña ciudad en el centro de Friuli, con el cargo de comisario de prefectura. Allí se enamoró, siendo correspondido, de Emanuela Florio, una joven de origen dálmata, hija de una de las familias más ricas de Friuli. Su padre, el conde Florio, se opone a la unión de la joven con un pobretón. Pero el valeroso capitán de las tropas de montaña no tiene la menor intención de ceder. Por el contrario, se prepara para volver con ella a las orillas del Tagliamento. El 22 de diciembre se halla en Ferrara de paso, en el viaje de regreso a su ciudad natal coincidiendo con las fiestas de Navidad. Asiste al funeral del 22 de diciembre casi por accidente. Lleva el pelo largo, que le cae, rebelde, sobre la frente, y una gruesa perilla negra le adorna el mentón. Se llama Italo Balbo.
Acerca de este Italo Balbo, salido de la nada, ya circulan anécdotas oscuras y fascinantes. Se dice que sedujo en Trentino a la hija de un cierto conde Florio, que se licenció en Florencia en Ciencias Sociales amenazando físicamente a su profesor, que ha llegado al fascismo por casualidad y por interés. Parece que durante el funeral de los mártires del 20 de diciembre estaba jugando al póquer en la trastienda de un café y, al asomarse al umbral, viendo desfilar en formación a las escuadras, preguntó: «¿Y a esos de ahí quién les paga?». Se rumorea que cuando le ofrecieron sumarse al Fascio, su respuesta fue: «¿Se gana dinero de fascista?». Se murmura que aceptó la oferta con tres condiciones: un salario mensual de nada menos que mil quinientas liras, el nombramiento de secretario político, la garantía de un empleo como inspector de la Banca Mutua, propiedad de Vico Mantovani, presidente de la Asociación de Propietarios Agrícolas.
«Es indispensable que se llegue cuanto antes a la formación regular y militar de nuestras fuerzas. Por lo tanto debemos ponernos todos manos a la obra sin escatimar esfuerzos. Para el próximo mes de septiembre los regimientos fascistas ferrareses deberán estar ya magníficamente ordenados en sus filas. Solo con un ejército disciplinado alcanzaremos la victoria decisiva […]. Las personas más indicadas para comandar las escuadras de acción son los exoficiales, especialmente los de los Osados y de infantería […]. Es necesario que los soldados armados con ametralladoras conozcan las austriacas y las pistolas ametralladoras, y las ametralladoras Fiat, Lewis y S. Etienne […]»
Federación de los Fascios ferrareses, circular secreta n.º 508, dirigida por Italo Balbo a todos los secretarios políticos, julio de 1921
«En septiembre de 1921 realicé el primer experimento grandioso: la movilización de tres mil hombres, la marcha sobre Rávena. Por primera vez, las escuadras de las dos provincias —Ferrara y Bolonia, con una representación de Reggio Emilia— se dividieron en dos columnas de mil quinientos hombres cada una, con cada columna subdividida en compañías y pelotones. Cada jefe con su graduación. En esta ocasión hizo su primera gran aparición, como uniforme militar, la camisa negra, que era la ropa ordinaria del trabajador de Romaña y que se convirtió en el uniforme del soldado de la revolución».
Italo Balbo, Diario, 1922
«Ocupo mi sitio yo mismo […] en un automóvil que encabeza la larga columna de camiones y nos vamos. Esta marcha, que empezó ayer día 29 a las once de la mañana, ha finalizado esta mañana, día 30. Casi veinticuatro horas de viaje continuo, durante el cual nadie ha descansado ni un momento ni se ha probado la comida. Hemos pasado por Rímini, Santarcangelo, Savignano, Cesena, Bertinoro, por todos los centros y villas entre la provincia de Forlì y la provincia de Rávena, destruyendo y quemando todas las casas rojas, sedes de organizaciones socialistas y comunistas. Ha sido una noche terrible. Nuestro paso ha estado marcado por altas columnas de fuego y de humo».
Italo Balbo, Diario, 30 de julio de 1922
Alto, delgado, fuerte, valiente, despreocupado y despiadado, sin su crueldad Mussolini no hubiera triunfado (o le habría costado mucho más).
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D. D. (Por Facebook)
Por esta gesta pulgar arriba (emoticono de pulgar arriba).
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De Dak (Tablón de Ivoox)
Un personaje interesante acaso «manchado» por su pasado. Pero tenemos esa manía de analizarlo todo en conjunto y juzgar en conjunto, sin ver que hay cosas que se hacen bien en regímenes reprobables y cosas que se hacen mal en las cunas de las democracias, y ninguna de esas invalidan o condenan las demás. Había leído sobre las sospechas que hubo por el derribo de Balbo sobre Tobruk, la primera vez creo que fue con 14 años más o menos y pensé que como pueden ser tan torpes los italianos (otra generalización), pero lo que he ido leyendo después y el contexto que das en el programa crece la sospecha de que fue un asesinato.
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