El protagonista de nuestro episodio titulado «Submarinos, la guía definitiva» es el sumergible norteamericano Tipo Flota, una nave que Washington desarrolló a lo largo de los años 30 para llevar a cabo las siguientes misiones:
- Acompañar a la flota de superficie.
- Merodear alrededor de Japón.
Para cumplir los dos cometidos los submarinos debían ser capaces de desarrollar altas velocidades en superficie y tener gran autonomía.
Cuando Washington estableció estos requisitos, sus submarinos distaban mucho de alcanzar estas exigencias. Por ese motivo, con paciencia y método, emprendió un proceso de mejora que se basó en la construcción de varias clases de submarinos, cada una con pocas unidades, que permitieron probar conceptos y tecnologías. Si una idea funcionaba, se incorporaba. Si no servía, se desechaba y se probaba otra cosa. Los submarinos «transicionales» como los llamamos nosotros fueron:
La serie V (el punto de partida, con nueve unidades); la clase Purpoise (10); la clase Salmón (6); la clase Sargo (10) y la clase Tambor (12). Con la siguiente clase, la Gato, la US Navy alcanzó la meta de contar con un navío rápido, con mucha autonomía y gran capacidad de búsqueda y ataque. Se construyeron 77 Gatos seguidos por los 120 Balao, el máximo exponente del poderío naval subacuático de los EEUU durante la Guerra del Pacífico.
Los submarinos de la clase Balao sirvieron de base para nuestra detallada explicación sobre la estructura y el funcionamiento de un submarino de la Segunda Guerra Mundial. A continuación algunas imágenes relacionadas con esas magníficas naves. Si deseáis saber más sobre ellas y sobre los principios físicos que les permiten surcar las profundidades del mar, descargad y escuchad nuestro episodio titulado Submarinos, la guía definitiva, disponible gratuitamente haciendo clic AQUÍ.
Episodio «Submarinos, la guía definitiva»: