Entre los muchos riesgos que corre un navío en la mar el viento representa uno de los más importantes convirtiéndose, cuando de veleros se trata, en un asunto de vida o muerte.
Los fenómenos atmosféricos relacionados con vientos peligrosos son las tormentas, los tornados, las trombas, los pamperos y los chubascos, siendo estos últimos los más frecuentes.
Los chubascos son precipitaciones acuosas caracterizadas por su comienzo y fin muy bruscos, casi siempre acompañadas por variaciones en la intensidad y dirección de proveniencia del viento. A pesar de su breve duración la precipitación asociada a ella pueden alcanzar 1mm de agua por minuto.
Si la tripulación de un velero que se encuentra con un chubasco no reacciona adecuadamente, los cambios del viento y la ingente cantidad de lluvia que genera la tormenta ambulante pueden hacer que el navío dé un vuelco y zozobre.
Sobre uno de estos peligrosos encuentros trata nuestro episodio titulado «El velero, el chubasco y el teniente» disponible para su descarga gratuita en el siguiente ENLACE. También podréis escucharlo ahora mismo activando el reproductor situado al final de esta reseña.
Para aquellos de vosotros que estéis escuchando el episodio y busquéis una guía gráfica sobre el velamen de una embarcación a vela de gran porte, a continuación encontraréis un esquema general.
El gráfico anterior corresponde a un navío tipo fragata. El buque mencionado en nuestro episodio -el Simón Bolívar- es un bribarca, que se diferencia de la fragata por tener su tercer palo aparejado solo con velas latinas, no cuadras. A continuación encontraréis el esquema original de proyecto, realizado por los astilleros Celaya de Bilbao, los constructores del navío.
Activa el reproductor para escuchar el episodio «El velero, el chubasco y el teniente»: