Un comandante que pierde su barco en batalla, ¿puede ser admirado por ello?
Aunque parezca un contrasentido, sí. El comportamiento en batalla del capitán William Tennant lo catapultó a la galería de los grandes comandantes de la Royal Navy. A pesar de haber perdido su buque durante el ataque de la aviación japonesa del 10 de diciembre de 1941, el arrojo y pericia demostrados en batalla fueron reconocidos por sus subalternos, por los miembros del Almirantazgo e, inclusive, por el enemigo.
El Repulse, acosado por más de cien bombarderos japoneses, fue guiado por William Tennant a través de una incesante lluvia de bombas y una tupida red de torpedos hasta que un diabólico ataque en pinza de dos escuadrillas de aviones torpederos lograron hacer llegar un primer torpedo al costado de babor del crucero de batalla. El Repulse, encajando bien el primer golpe, siguió maniobrando y combatiendo hasta caer abatido por otros cuatro torpedos. El buque se hundió con sus hélices aún girando y sus cañones disparando. Tan gallarda gesta fue homenajeada el día siguiente por medio de un ramo de flores que los japoneses lanzaron sobre el lugar del hundimiento.
Mientras se hundía con su barco ocurrió algo que salvó al capitán William Tennant. Si queréis conocer la interesante y fructífera carrera de este oficial y los detalles de la feroz batalla aeronaval británico-japonesa en el Golfo de Tailandia, os invitamos a descargar y escuchar nuestro episodio titulado El hundimiento del Repulse y del Prince of Wales haciendo clic AQUÍ.

HMS Repulse 1916-1941