Cuando Argentina se independizó de la península, la corona española mantuvo control de Chile, Perú y la actual Bolivia. Y su representante, el Virrey del Perú, lanzó invasión tras invasión contra la recién nacida república. El flanco norte de esas invasiones, es decir, los ejércitos que desde el Alto Perú intentaban atacar Buenos Aires, fueron siempre detenidos por un fiero caudillo local llamado Martín de Güemes, que tuvo el buen tino de organizar a los habitantes locales gauchos, en milicias.
Pero el hecho de que los gauchos de Güemes no fueran tropa profesional no indica que resultaran ser unos advenedizos. Esos rudos hombres de monte eran valientes y diestros con el caballo y las herramientas. Y como la espada, la lanza y el cuchillo también son herramientas, podréis imaginaros que cuando los gauchos combatían, no daban ni pedían cuartel.
En nuestro episodio titulado Batalla hiponaval podréis escuchar cómo los gauchos ayudaron a consolidar a la recién nacida república argentina. Lo encontraréis haciendo clic AQUÍ. Para finalizar os presentamos algunas imágenes: